2. ¿Hasta cuándo cuidado será sinónimo de distancia? Si aprendí a estar cerca, a tocar, a empujar y ser empujado, a abrazar y dar la mano; y ahora solo puedo mirar y para hacerlo solo me quedan las ventanas. Ventanas que dan a la calle, a la casa del vecino; ventanas al mundo de los datos, ventanas que miran hacia adentro. Miraré mientras sea mi opción. Saludaré al gato, al árbol y a mi familia a través de sus marcos. Aunque mi deseo sea atravesar sus límites para, una vez más, dar la mano, empujar y ser empujado, tocado por la luz que afuera calienta y que acá adentro es sombra fría.
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- Miércoles 17 Junio 2020
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