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Fernando Nava La Corte

Inicio II.jpg Adriana Patiño HernándezMiniaturasFernando Nava La Corte

Jardín Nómada
Indagar en las relaciones de tensión que residen en el mundo actualmente a causa de un virus, (y para poder mostrar algunas imágenes representativas al planteamiento principal) me permití retomar algunos textos con algunas máximas de Baruch Spinoza, este filósofo escribía con toda razón que los cuerpos (la palabra cuerpo en él, va más allá de las personas) venimos al mundo a merced de los desencuentros, la descomposición y tal vez algunas composiciones (pero mínimas). Tal disertación me llevó a pensar en las consecuencias «no intencionales» a las que hemos orillado este mundo; pues, sin afán de caer en una hipérbole dañina vivimos en una destrucción permanente, solo que en ocasiones es un planteamiento «negado» por la sociedad.
Ahora bien, la importancia de los textos de Spinoza en esta actualidad radica en como mirar esta perspectiva en los «signos» que se nos muestran en la realidad. (Spinoza con respecto a los signos dice planteamientos muy significativos y provocadores). Por lo que respecta a la descomposición, es el gran aporte que trataré de mostrar con una serie de instantáneas al colectivo. Ya conocemos las formas tradicionales en las que contribuimos a esta descomposición, me refiero a las guerras, los conflictos, las pandemias, las peleas o la lucha por el territorio, pero ahora me gustaría mostrar otras «maneras de destrucción» del mundo.
Así pues, la tesitura principal de esta crónica colectiva es manifestar que la «destrucción» también tiene que ver con invertir los cables de lo que está dado por hecho, el desplegar algunas imágenes conllevará a entender que las personas poseen sus diferentes formas de contribuir a esta descomposición, así como la palabra análisis en su sentido etimológico estricto significa «destrucción».
Estoy consciente que no soy un fotógrafo profesional y que estas instantáneas serán valoradas por profesionales sin embargo también está la pugna de tomar fotografías imaginarias y de cosas inexistentes para que después lo intangible tome forma. La crónica que presento a continuación pondera la transformación de un jardín, a raíz de la cuarentena vivida en México descubrí estas potencias en mí para motivarme a realizar cosas diferentes, debo decir que dentro de este encierro descubrí mi «yo» en sus otras facetas como las de: carpintero, albañil, jardinero y diseñador. Entendí que este encierro también posibilita el encuentro con los demás y que no es lo mismo el aislamiento social que ser socialmente distantes. En fin les presento mis saludos más afectuosos desde México y también mi forma de «destruir» el mundo pues el trabajo de jardín y con plantas reduce el estrés y es una terapia, no en vano habitan con nosotros en el mundo y en nuestras habitaciones, la mayoría de personas (espero que no) acabando la cuarentena regresaremos a laborar y a competir, al menos yo he descubierto que es mejor convivir, así que cuidaré plantas con más empeño y tal vez ellas nos cuidarán a nosotros.