Este joven se gana la vida vendiendo confites en los buses de la ciudad, la primera vez que se montó a un bus sintió vergüenza pero con el tiempo esa vergüenza se transformó en dignidad, la dignidad de ganarse el pan honestamente.
- Creada el
- Martes 17 Noviembre 2020
- Publicada el
- Martes 9 Junio 2020
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