Sea cual sea tu credo, aprovecha este tiempo de aislamiento para estar en paz consigo mismo y tu Dios. Aunque los templos estén cerrados, tu hogar se convierte en ese lugar donde puedes meditar y estar en paz.
Sea cual sea tu credo, aprovecha este tiempo de aislamiento para estar en paz consigo mismo y tu Dios. Aunque los templos estén cerrados, tu hogar se convierte en ese lugar donde puedes meditar y estar en paz.