CUERPOS ASÉPTICOS. De cómo el control sanitario de los cuerpos, se convierte en un arma de control político de las emociones.
Después de un año 2019, atravesado por manifestaciones, protestas, voces en las calles de todo el mundo, clamando por reivindicaciones colectivas y siendo testigo de un despertar paulatino de un sentimiento de esperanza, el COVID-19 nos exilió en nuestras propias casas y nos convirtió en individuos confinados. Agotando la llama de la esperanza que proveen los abrazos, las caricias y las manos entrelazadas. Modificando así la noción del enemigo, que hasta hace unos meses se enfrentaba en los espacios públicos, hacia nosotros mismos, nuestros cuerpos e intimidades. Penalizando las emociones y censurando el goce del deseo, que solo surge del libre contacto con otros seres humanos.
Fotografias realizadas en Medellín en el mes de junio del presente año.
- Creada el
- Domingo 24 Mayo 2020
- Publicada el
- Viernes 19 Junio 2020
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