Mi techo, el cerro tutelar la Asomadera, me brindó techo, abrigo y alimento, además de tranquilidad, oxígeno para esos días tan duros, son mi amor más grande, mi admiración total para los árboles.
Mi techo, el cerro tutelar la Asomadera, me brindó techo, abrigo y alimento, además de tranquilidad, oxígeno para esos días tan duros, son mi amor más grande, mi admiración total para los árboles.