Desde el balcón de mi apartamento en Cajicá una tarde más de la cuarentena salí al balcón y me encontré con un atardecer diferente lleno de vida y el recordatorio de que en pequeños detalles pueden cambiar nuestro día.
Desde el balcón de mi apartamento en Cajicá una tarde más de la cuarentena salí al balcón y me encontré con un atardecer diferente lleno de vida y el recordatorio de que en pequeños detalles pueden cambiar nuestro día.